Recomendaciones para el estreñimiento.

El estreñimiento funcional es aquel que no tiene causa orgánica (no es causado por ninguna enfermedad).
Afecta a gran parte de la población, más a la mujer, y es frecuente en el embarazo. El estreñimiento está en estrecha relación con la incontinencia de orina y el prolapso ya que al realizar empujes excesivos para evacuar las heces, el suelo pélvico se va debilitando y las vísceras pélvicas descolgando.
Si queremos resolver la incontinencia urinaria de manera eficaz y/o evitar el empeoramiento de un prolapso debemos atender al estreñimiento.
Para mejorar el estreñimiento funcional puedes mejorar el avance de las heces por el intestino (peristaltismo). Si tienes un buen peristaltismo tu cuerpo te ofrecerá la posibilidad de aumentar la frecuencia de tus deposiciones. Si tus heces son muy duras puedes mejorar la consistencia. Dicha densidad depende de la ingesta de los alimentos del día anterior (24h aproximadamente), del líquido ingerido y del tiempo que hayan estado en el recto (cuanto más tiempo, más deshidratadas). Puedes probar a:
- Hacer 6 comidas. Evitarás heces muy voluminosas.
- Beber entre horas y en pequeños sorbos. Beberás menos en las comidas evitando que las heces se hinchen.
- Evitar comidas copiosas y en situaciones de estrés. Con sus posteriores digestiones pesadas y avance lento de las heces.
- No tomar bollería, materias grasas, frituras, mantequillas, embutidos y otros platos pesados. Así como tampoco comidas especiadas y alimentos picantes.
- Tampoco ayudan las legumbres harinosas, la pasta y el pan blanco, el arroz blanco ni la zanahoria cocida.
- Evitar combinaciones de alimentos poco saludables. Comer sencillo agiliza las digestiones.
- Tomar frutas y verduras crudas en cada comida. Los crudos actúan como un “cepillo” que arrastra el contenido intestinal y son muy ricos en agua.
- Comer alimentos ricos en fibra y masticarlos muy bien. La fibra debe ser masticada y cuidadosamente insalivada para facilitar el trabajo de las enzimas y mejorar su posterior digestión.
- Existen algunas sustancias naturales que te pueden ayudar como son las semillas de lino, el aloe vera y el carbonato de magnesio. Si sospechas que tu estreñimiento puede tener causa orgánica (inflamación intestinal, intestino irritable) no tomes ningún laxante, aunque sea natural, y consulta con el especialista, ya que éstos pueden ocultar los síntomas y retrasar el diagnóstico de la posible enfermedad.
No nos olvidemos de la importancia de realizar ejercicio físico para regular la función gastrointestinal y favorecer el peristaltismo. Y ten en cuenta que el estado emocional también repercute en dicha función.
Con respecto al hábito de defecación:
- Nunca inhibas el deseo defecatorio. Si sientes ganas de defecar debes ir al baño. Si no vas,las ganas se pasan y tu recto dejará de informar y se distenderá. Tus heces se harán más voluminosas y la evacuación más difícil.
- Si no sientes deseo de defecar puedes sentarte en el baño todos los días a la misma hora. Un buen momento puede ser en ayunas tras la ingesta de un vaso de agua.
- Respira profundo y relájate. El movimiento del diafragma facilita la motilidad intestinal.
- Elige un momento del día en el que sepas que siempre vas a estar tranquilo y preferiblemente una media hora después de comer. Defecar después de la ingesta de alimentos es más fácil pues se pone en marcha el movimiento intestinal estimulado por la recepción de alimentos en el estómago (reflejo gastrocólico).
Una vez mejorado el avance, la consistencia de las heces y reeducado el hábito, puedes leer las recomendaciones sobre la postura y el pujo durante la fase de evacuación en este post. Estas te ayudan a reducir el esfuerzo del empuje cuando vas al baño para evitar lesiones en el suelo pélvico y en el nervio pudendo como son el dolor, la incontinencia de orina y el prolapso de vísceras pélvicas.